El pasado 15 de agosto, se encontró un cuerpo sepultado en un rio de Villarino Viejo, junto con unas pertenencias en la zona, que presuntamente podrían pertenecer a Facundo Astudillo Castro. El día de ayer, 2 de septiembre, a partir de un cotejo de ADN realizado por el equipo de Antropología Forense Argentino, se confirmó oficialmente que se trata de Facundo.
Facundo era un chico de 22 años que, desde el 30 de abril, se encontraba en camino a visitar a su ex novia a Bahía Blanca desde su casa en Pedro Luro. En este camino fue detenido por dos retenes policiales solicitándole permiso de circulación y se le abrió una causa por incumplimiento de la cuarentena, luego de que hablara con su madre, por esta situación, no se supo más de él. Testigos aseguran haberlo visto subirse a un patrullero, y desde ese momento no hubo más información sobre su paradero.
En principio la caratula de la causa era sobre averiguación de paradero, luego se convirtió en desaparición forzada. El delito de desaparición forzada de personas se constituye cuando existe cualquier forma de privación de la libertad ejercida por un agente o funcionario estatal o a sabiendas de uno, seguido de la negativa a reconocer dicha privación o de la negación a dar información sobre el paradero. Este delito se reconoce como uno de los que están dentro de la figura de “de lesa humanidad”, que representan crímenes que se reconocen como ataques sistemáticos y generalizados a la población civil de un territorio por parte del estado.
La investigación continua, a partir de ahora los especialistas de diferentes disciplinas deberán presentar los informes sobre el caso, y a partir de la recolección de otras pruebas se harán análisis, con el fin de determinas que fue lo que paso con Facundo, cómo y cuándo sucedió. Se puso en marcha el protocolo Minessota, que es el procedimiento recomendado para investigar casos en donde están involucrados funcionarios o agentes estatales.

No hay comentarios:
Publicar un comentario